El principal lenguaje de la nueva evangelización


Así se entiende bien que el Documento de trabajo para el Sínodo sobre la Nueva Evangelización afirme: “La caridad es el lenguaje que en la nueva evangelización, más que con palabras se expresa en las obras de fraternidad, de cercanía y de ayuda a las personas en necesidades espirituales y materiales” (Documento de trabajo, n. 124). Obviamente, esto no excluye las palabras, o sea, los argumentos; pero es cierto que los hechos deben ir por delante. 
De ahí proceden, en efecto, “los frutos de la fe” como son entre otros: familias que sean signos de esperanza abierta a la vida; comunidades cristianas capaces de acompañar a las personas en la búsqueda de la verdad (condición de libertad) y en la defensa de la dignidad humana, así como de promover la unidad entre los cristianos, sin olvidar el coraje de reconocer las propias culpas; iniciativas de justicia social y solidaridad de acuerdo con la Doctrina social de la Iglesia; impulso a las vocaciones específicas, etc. 

Los nuevos evangelizadores son aquellos cristianos que por vivir auténticamente su fe, son capaces de comunicarla a otros, contándoles la experiencia de su encuentro con Cristo. “La fe –ha escrito Benedicto XVI– crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”. Y hoy, añade, es necesario un compromiso más convencido en favor de una nueva evangelización “para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe” (Carta Porta fidei, n. 7).

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