La copa de felicidad


Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir. 
No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca. 
Nacemos para luchar por la felicidad... casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos. 
La felicidad no se va buscando en bienes y placeres. 
Se actúa bien y ella sola se nos va presentando. 
La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos. 
No vendas tu felicidad...¡regálala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas... 

Cuesta trabajo, son caros los ingredientes: 

Compartir lo que tienes Amar sin exigencias 
Perdonar sin cicatrices 
Aceptar sin perfecciones 
Agradecer lo que te dan ¡Y no rendirte nunca! 
Todo tiene que ir armonizando...... 
Del panal, un poquito de miel 
Del mar un poquito de sal 
De la vida un toquecito de optimismo 
De la imaginación, algo de sueño 

No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue,  al ideal como algo inalcanzable .
No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean. 
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará SOLA.

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